Y ayer tuve que romper a llorar, con toda la rabia que ardía por dentro...
Romper a llorar con ganas de mandarlo todo a la mierda, de romper todo lo que pudiera romper, pegar puñetazos a las paredes hasta romperme las manos...
Dicen que cuando no se puede más, este es el mejor remedio para aliviar el dolor.
Pero aún sigo dolido o con ganas de llorar, porque no me he purgado, porque no he mirado el mar durante un rato y expulsar de mis pulmones ¨el aire contaminado¨ que me va pudriendo.